Por Andrea Martín
21 de febrero de 2023Las células de nuestro cuerpo tienen un ciclo de vida, se dividen y multiplican hasta que alcanzan una etapa en la que acaban muriendo de forma programada y son recicladas por el organismo. Esto se conoce como apoptosis. Sin embargo, no todas las células siguen este camino natural, algunas se quedan aletargadas.
Para entender bien que son, pensemos en un ordenador o en un coche, con el paso del tiempo las piezas de las que están compuestas se van desgastando y, si no se cambian, dejan de funcionar. Pues lo mismo ocurre con el organismo. Las células senescentes, o comúnmente llamadas “células zombies”, son aquellas que deberían ser “eliminadas” del organismo, pero, por fallos del propio cuerpo, siguen estando presentes, no realizan las funciones celulares y no se multiplican ni dividen.
Con el tiempo, estas células dañadas entran en una fase conocida como senescencia celular que impide que el ADN dañado se reproduzca. Esto supone una protección contra el cáncer. Por desgracia, si tenemos exceso de células senescentes, estas terminan dañando a las células sanas, produciendo, entre otras cosas, diabetes, enfermedades cardiovasculares, demencia, artritis, osteoporosis y también cáncer. Es decir, todas las enfermedades asociadas al envejecimiento.
Nos encontramos ante un arma de doble filo ya que, si eliminamos las células zombies, estaríamos desprotegidos contra el cáncer, pero a la vez, si tenemos demasiadas, con el paso del tiempo podemos acabar contrayendo cáncer u otros problemas.
Según Pedro Gargantilla, director médico de Medicina Responsable, en los últimos años los científicos han descubierto que hay algunos fármacos capaces de eliminar las células senescentes o zombies y, de esta forma, retrasar el envejecimiento. Entre estos fármacos, a los que podríamos llamar “senolíticos”, encontramos la metformina, un antidiabético, el desatinib, un medicamento que se usa para el tratamiento de la leucemia, y la quercetina, un antioxidante que se encuentra presente en el vino y en el té.